Cielo resquebrajado,
Gotas que van calando,
Esos lobos aullando,
Tierra prohibida,
Lagrimas sus semillas,
Y esa sombra que te acecha,
No lo sabes pero eres su presa,
Deberías de correr, antes de que te pueda coger,
Alma en pena que vaga, sus gemidos de dolor oyes,
Parajes cada vez más tenebrosos, más inmundos,
Parecen lugares del inframundo…
Algo te roza, te paras, te das la vuelta y miras asustada,
Unos ojos ensangrentados te miran se quedan fijados,
Un amago de acercarse más, pero se echa atrás,
Levanta su mano, y la lleva hacia tu cuello...
Con mucho cuidado y esmero te aparta los cabellos,
Tu hipnotizada, te quedas helada,
Y se acerca cada vez más…
Su cabeza inclina y su boca pega a ti…
Un leve beso en el cuello y luego:
Te muerde, te lo desgarra,
Con tu sangre su adicción sacia…
Con cuidado y dulzura te tiende en el suelo,
A tu lado se queda y con su voz ronca,
Te susurra: Mi alma vagaba en pena,
Hasta que te vi…tú amor se convirtió en mi condena,
Aun sin existir te he acechado, al fin te he encontrado,
Ahora como yo eres una no muerta, te quedaras siempre a mi lado…
Y muy despacio roza tus labios,
Sólo piensa en que para siempre podrá acariciarlos…
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